Obra potente y sentida, llena de fiesta y de dolor, sobre el peligro del arte, el peligro de ser artista. Un clásico de nuestro teatro contemporáneo, de la mano de Freddy Chipana Altoteatro.
Un trabajo musical, una búsqueda sonora del sentimiento y una rebeldía a la rutina del fracaso. Esta obra visceral habla de malos sueldos, despidos, de sueños perdidos, de la necesidad de superarse, del poder, de la familia. Habla también del actor y de lo difícil que es para un artista encontrar trabajo. Se cuestiona el oficio del actor, sus logros y fracasos, en medio de imágenes y músicas se pintan situaciones que nos hacen comprender lo difícil que es conseguir un trabajo en este país.

